El economista Santiago Niño-Becerra afirma que cualquier promesa de creación de empleo por parte de los candidatos electorales es simplemente una propuesta "de cara a la galería", ya que considera que, incluso pasada la crisis, España sufrirá un paro estructural "indefinido" de entre el 14 % y el 16 %.
Este catedrático de Estructura Económica, que saltó a la fama por predecir la actual crisis económica en marzo de 2006, sostiene que el sistema económico será incapaz de absorber la mano de obra existente, y que habrá un "elevadísimo" índice de subempleo, una tasa de temporalidad del 40 % y un pleno empleo que sólo alcanzará al 10 % de la población.
En su nuevo libro 'Más allá del Crash' (Los libros del lince, 2011), Niño-Becerra pinta un escenario de futuro que él mismo describe como "muy sombrío".
Según sus estimaciones, la economía española continuará con la tendencia bajista hasta el año que viene, seguida de un corto periodo de estabilidad, si bien a partir de 2015 tan sólo se producirá un remonte "triste, pobre y limitado".
Un Gobierno maniatado
En clave interna, el profesor Niño-Becerra cree que el Gobierno que salga de las urnas el 20-N no podrá hacer "nada" por sí mismo, ya que de la actual crisis sólo es posible salir con un "acuerdo global".
A su juicio, el problema de España no es la deuda pública, que sólo alcanza 700.000 millones del total de cuatro billones que debe el país, sino la privada: entidades bancarias, empresas y familias.
Debido a que la deuda de España y de otros muchos países de la UE es "impagable", se muestra convencido de que serán necesarias quitas y compensaciones, así como la creación de bancos malos (aquellos que acumulan todos los activos tóxicos), para posteriormente abordar una política fiscal conjunta.
También reclama técnicos para España
Por ello, ve "necesario e inevitable" crear una mesa de técnicos y no de políticos, ya que, "al fin y al cabo, el 21 de noviembre alguien llamará al jefe del nuevo Ejecutivo y le dirá: toma nota".
En su opinión, la UE, lejos de desaparecer, ganará cada vez más peso en materia de gobernanza económica y será quien dicte las reglas del juego, de modo que los presidentes nacionales que no las acaten simplemente tendrán que irse.
Eso sí, será una Europa "reducida", ya que, según el profesor Niño-Becerra, cuando acabe la crisis todos los países serán más pequeños porque el "humo" creado en torno al crédito habrá desaparecido.
En ese escenario de escasez, se impondrá un modelo económico basado en la eficiencia y la restricción en el uso de recursos, lo que redundará en "el fin de la democracia económica tal y como la hemos conocido".
Es el fin de lo que él ilustra como la era del "lo quieres, lo tienes", ya que mantener el nivel de consumo actual es "imposible".
El economista asegura que ésta no es una crisis conyuntural, sino sistémica y como tal, no tiene arreglo: el modelo debe morir y nacer uno nuevo.
Explica que los sistemas económicos duran 250 años desde hace 2.000, por lo que, de cumplirse la dinámica histórica, este sistema, el capitalista, acabará entre los años 2060 y 2070.
"De esta crisis saldremos en una década, pero saldremos cayendo", afirma.
Fuente: eleconomista.es