Hemos recibido varios correos de lectores indicándonos que comentáramos los errores cometidos por las autoridades económicas españolas cuando decidieron vender gran parte de las reservas.
A comienzos del verano de 2007 el ex-vicepresidente económico Pedro Solbes anunció durante una comparecencia en el Senado, que había decidido vender grandes cantidades de oro de las reservas del Banco de España al objeto de "mejorar la rentabilidad de sus activos". Concretamente vendió casi la mitad de las reservas del Reino de España.
El ex-vicepresidente económico dijo que ese oro ya no resultaba rentable por el bajo precio del mismo en los mercados internacionales.
Ahora bien, no se crean que los errores garrafales son solo de un partido político. El Gobierno Aznar también cometió el mismo error de bulto, realizó operaciones ventas de oro en el año 2005.
Pues bien, ambos responsables son consejeros de grandes bancos y compañías internacionales, con independencia de la adscripción a un partido o a otro. ¡Alegría!
La primera pregunta es sencilla: ¿por qué vendieron? La segunda: ¿quién les asesoró?
Si tenemos en cuenta el nivel y la calidad de la información que deben tener las autoridades económicas de un país, resulta sorprendente la comisión de un error de tal magnitud.
La última pregunta que deberíamos hacernos es ¿quién fue el comprador de tan ingentes cantidades? Nosotros no tenemos pruebas pero no sería extraño pensar que fue el Banco de China. Con tan buen comprador, cualquier vendedor se lo pensaría muy bien porque probablemente estaría equivocado vendiendo.
Si nos fijamos en el gráfico superior observamos que, aunque los dos políticos son de partidos políticos muy distintos, sin embargo, cometieron el mismo error: vendieron entre los dos la mayor parte de nuestras reservas de oro cuando estaba emergiendo una clara tendencia alcista. ¡Errores increíbles! Ahora bien, cuando han abandonado la función pública, ambos han sido "fichados" por instituciones importantes para que disfrutar de sus consejos (esperemos que no sean en fondos que invierten en oro) sin importarles a ninguno de ellos su adscripción política.
A la vista del gráfico del oro, podemos concluir que los indicadores de momento se encuentran muy "sobrecomprados", es lógico que lo estén porque la tendencia alcista es acusada.
En tanto en cuanto no haya pruebas evidentes de que la tendencia ha concluido, debemos considerar como escenario más probable la continuidad de la subida, lo único que podríamos esperar es un retroceso para aliviar algo la presión de los indicadores de momento. Los ADX presentan una clara pendiente positiva.
A corto plazo, nos fijaremos en el 1.680. Mientras la cotización del oro se mantenga por encima, consideraremos que la tendencia a corto plazo es alcista. La media de 34 semanas está actuando como una clara zona de soporte.
Finalmente, queremos dejar constancia de que el oro no está subiendo por un temor inflacionista, puesto que su ha venido acompañada de otra en la cotización del precio de los bonos.
Nosotros creemos que la subida de la cotización de los bonos, con la consiguiente bajada de la rentabilidad, es consecuencia del aumento de la probabilidad de que la economía de los EE.UU. entre en recesión, al reducirse el diferencia entre la rentabilidad de los bonos y el tipo de interés de los fondos federales. La caída del precio del petróleo apoya esta tesis.
Fuente: http://www.bolsacava.com/