La canciller alemana, Angela Merkel, reiteró este miércoles su rechazo a los eurobonos como herramienta para superar la crisis de la deuda europea y calificó de "lamentable e inadecuado" que la Comisión Europea (CE) haya puesto el tema en el centro de la discusión.
"La idea que queda flotando es que a través de la colectivización de la deuda se pueden superar los problemas estructurales de la Unión Monetaria y eso es precisamente lo que no puede funcionar", dijo Merkel durante el debate parlamentario sobre los presupuestos alemanes.
Merkel reiteró además su idea de lograr un mejor control del cumplimiento de las reglas de estabilidad europea a través de modificaciones en los tratados.
El presidente del Partido Socialdemócrata (SPD), el principal de la oposición en Alemania, Sigmar Gabriel, le reprochó a Merkel el no haber siquiera discutido públicamente la propuesta del Consejo Asesor de Economistas, los llamados cinco sabios, de crear un Fondo de Amortización de la deuda.
En la propuesta de los sabios se evita usar el término "eurobonos", está cerca de la idea de asumir una responsabilidad conjunta de la deuda europea.
El objetivo del pacto sería reducir la deuda de los países que participen en el mismo por debajo del 60 % del PIB, contemplado como límite de referencia en el Pacto de Estabilidad.
Los países que participen en el pacto tendrían que fijar en su legislación nacional un freno a la deuda, similar al contemplado en las constituciones de Alemania y España, y establecer una senda vinculante de consolidación fiscal.
A cambio de ello, a los países se les abriría la posibilidad de financiar parte de su deuda a través de un fondo de amortización común que los miembros del pacto garantizarían conjuntamente.
Mantener la función del BCE
Además, Merkel, reiteró este miércoles que el Banco Central Europeo (BCE) debe mantener como única función la defensa del poder adquisitivo del euro y subrayó que esto no debe cambiarse en nada.
"El BCE tiene como única función la defensa del poder adquisitivo del euro y es bueno que Europa tenga una entidad independiente que se ocupe de ello. Su función no debe cambiar para nada", dijo Merkel en el debate sobre los presupuestos públicos alemanes.
La canciller defendió la independencia del BCE y dijo que los responsables políticos deben mantener reserva sobre las decisiones de esa entidad.
"No es conveniente opinar sobre lo que el BCE hace ni sobre lo que deja de hacer, es lo mismo que con el Tribunal Constitucional", añadió.
Merkel defendió por otra parte la gestión que ha hecho hasta ahora de la crisis europea y rechazó las acusaciones de la oposición acerca de que su política ha contribuido a causar inquietud en los mercados.
La canciller reiteró asimismo que los problemas centrales de la crisis están en la "alta deuda de algunos Estados y en errores de construcción de la Unión Monetaria".
Merkel atribuyó las últimas turbulencias a la quita de la deuda griega, que calificó de inevitable a la vez que subrayó que Grecia es un caso excepcional que no se puede extrapolar a otros países europeos.