El Tesoro Público ha captado 3.563 millones de euros en bonos a 10 años pero ha pagado un altísimo interés del 7%, un 30% más que la última subasta de este tipo y un nivel que se considera insostenible a medio plazo.
Aunque España logra así cumplir con su objetivo de colocar entre 3.000 y 4.000 millones, se trata de los intereses más altos desde el año 1997. El nivel del 7% es el umbral que se ha venido utilizando en los últimos meses para hablar de la zona en la que se considera necesario un rescate, como ocurrió en los casos de Grecia, Irlanda y Portugal.
Tras la subasta, la prima de riesgo de España -el diferencial de la rentabilidad de la deuda española con la alemana- superaba por primera vez los 500 puntos básicos, su mayor nivel desde la creación del euro, aunque sobre las 14.00 horas se ha empezado a moderar y va camino de los 470 puntos. Un descenso de pocos minutos que hace pensar en una posible intervención del Banco Central Europeo (BCE) en el mercado.
La emisión española se produce en medio de fortísimas tensiones en el mercado de deuda soberana de la zona del euro, en el que las primas de riesgo de otros países, como Italia y Francia, se situaban también en máximos desde la creación de la moneda única.
"La escalada de la prima de riesgo está afectando a muchos otros países, con el diferencial francés, belga y austriaco también en máximos históricos. Cierto es que la velocidad a la que está subiendo la prima española es mayor. El BCE se está centrando sobre todo en la compra de bonos italianos, razón por la cual nuestra prima se está acercando a la italiana, que no sube tan rápido", afirma Daniel Pingarrón, estratega de Mercados de IG Markets.
"La situación ha llegado al punto más complicado, y no existen soluciones claras a corto plazo, más allá de agilizar la puesta a punto del nuevo fondo de rescate", añade.
'La intervención por parte del Banco Central Europeo se hace cada vez más urgente'
Intervención del BCE necesaria
Por su parte, Miguel Freijo, jefe de Análisis de Techdivisas, cree que la subasta deja a España en "una situación de extrema gravedad". "La intervención por parte del BCE se hace cada vez más urgente y las perspectivas del nuevo gobierno que conoceremos en apenas tres días nunca han sido tan estrechas, puesto que muy poco margen de maniobra les quedará. Nuestro futuro ministro de economía será un mero 'ejecutor' de la órdenes que le lleguen desde Alemania", afirma.
La demanda en la subasta ha sido más floja que en otras subastas, ya que ha superado en 1,5 veces la oferta frente a los 1,8 veces de la anterior subasta a 10 años.
La colocación se produce dos días después de haberse visto obligado a aplicar a las letras a 12 y 18 meses un interés por encima del 5%, también el más alto desde 1997.
En la anterior subasta de obligaciones a 10 años, celebrada el pasado 20 de octubre, España logró rebajar el interés de la emisión al 5,453% desde el 5,921% anterior. El Tesoro tiene aún otra subasta pendiente este mes, de letras a tres y seis meses, el próximo 25 de noviembre.
Falta de concreción
Son muchas las voces que lamentan que las autoridades no hayan retrasado esta crucial cita con los mercados a tres días de unas elecciones generales.
Precisamente, la falta de concreción de medidas del que se postula como presidente del nuevo Gobierno, Mariano Rajoy, es uno de los argumentos que aducen los expertos para que el diferencial del bono español a 10 años esté desbocado.
Las diferencias entre Francia y Alemania sobre el papel que debe desempeñar el Banco Central Europeo en esta crisis de deuda es otro de los problemas que está presionando la deuda de varios países. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, es partidario de una intervención más activa del BCE a la que se opone la canciller alemana, Angela Merkel.
"Lo que las primas de riesgo reflejan es una falta de confianza, por parte de los inversores y de los participantes del mercado de deuda", señala Mariña Martínez, asesora de cuentas de la entidad danesa Saxo Bank. En su opinión, si los bancos no se fían los unos de los otros "puede ser porque la situación sea peor de lo que públicamente han reconocido".
Para que la prima cambie de dirección, "el mercado tiene que entender que hay un plan un camino y una política consensuada que pretende objetivos claros no a golpes de timón. Eso es lo que los mercados quieren".
"Si tenemos en cuenta la adaptación del nuevo gobierno, es posible que las instituciones y mercados sean laxos hasta percibir cuál es el sendero que vamos a seguir y las implicaciones que estas medidas tendrán en la evolución de nuestra salud económica", añade Martínez.
Mientras, la prima de riesgo italiana se ha relajado este jueves ligeramente y se sitúa en los 525 puntos básicos, tras iniciar la jornada en 534 puntos básicos, con un rendimiento en niveles de rescata del 7%.
La deuda francesa también marca niveles históricos y supera por primera vez la cota de los 200, con un interés del 3,79%, tras iniciar la sesión en 187,5 puntos básicos.