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Crecer para crear empleo

foto: Efe

 ▶ Diez emprendedores sociales han sido los elegidos para formar parte de un programa de asesoramiento para que sus empresas, de marcado carácter social, den el salto definitivo y se consoliden como proyectos de futuro. Su actividad, vinculada a sectores tan diversos como el textil, agroalimentario, servicios o vivienda, es de las pocas que está creando empleo en tiempos de crisis. El emprendimiento social se afianza como motor económico y de integración









-- Isabel Llorens, de DAU indica que su objetivo como empresa es “crear negocio", pero también, fundamentalmente, "crear empleo a personas que no están integradas en el ámbito laboral debido a una enfermedad mental".

-- Jaume Plana, responsable de finanzas y recursos humanos de Moltacte: “somos lo más distante a una empresa ordinaria, pero no queremos ser sólo una empresa social.

-- Según el director de Responsabilidad Corporativa de BBVA, Antoni Ballabriga, “el
emprendimiento social todavía no está suficientemente estructurado; queda mucho por
hacer”. Es por ello que Momentum Project “busca identificar y reconocer a los líderes
emprendedores y crear un ecosistema que contribuya a la creación de empleo y riqueza”, comenta.

Los emprendedores sociales marcan un antes y un después en el acceso al empleo de personas con discapacidad y enfermedades mentales. Su labor, intensa y activa en la creación de empleo, es en parte soterrada, desconocida, por aquellos que no conviven día a día con quienes tienen dificultad para integrarse en un mundo demasiado exigente y competitivo. 

Pocos saben de su ilusión, de sus problemas, de su trabajo diario, de su dedicación y, sobre todo, de su actividad empresarial, consolidada pero con las dificultades propias, y añadidas, de cualquier centro productivo en los tiempos que corren.

De la colaboración entre el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) y la Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas (ESADE) ha nacido Momentum Project, una iniciativa dirigida a impulsar el emprendimiento social, con el fin de dar un ‘empujón’ empresarial, promoviendo su crecimiento, a proyectos que sin este apoyo les costaría más avanzar, a pesar de tratarse de empresas prometedoras.

Según el director de Responsabilidad Corporativa de BBVA, Antoni Ballabriga, “el
emprendimiento social todavía no está suficientemente estructurado; queda mucho por
hacer”. Es por ello que Momentum Project “busca identificar y reconocer a los líderes
emprendedores y crear un ecosistema que contribuya a la creación de empleo y riqueza”, comenta.

Jaume Vallè, director comercial de BBVA en Cataluña, de donde proceden la mayor parte de los emprendedores seleccionados, reconoce que Momentum Project ha nacido con “una vocación de permanencia y global, pues como experiencia piloto se está llevando a cabo también en cinco países de América Latina: Perú, Colombia, Venezuela, México y Argentina". 

La razón de esta apuesta viene determinada porque, según explica, “el emprendimiento social es una auténtica revolución hoy en día”. De ahí que quiera contribuir a “intentar que esos proyectos seleccionados crezcan y sean exitosos”.

TRABAJO Y RETOS.

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Alfred Vernis, director de Programas Universitarios de ESADE, comenta que están “convencidos que estos proyectos pueden crear nuevos puestos de trabajo en nuestra sociedad y contribuir a abordar retos sociales en momentos de dificultad. Buscamos innovar en el mundo empresarial y en el social”.

Los representantes de los emprendimientos seleccionados han finalizado la primera etapa de formación especializada de ESADE, en la que durante una semana han recibido el asesoramiento de directivos de BBVA, marketing e innovación y empresas asociadas al proyecto y una preparación específica para presentar sus proyectos ante potenciales inversores en un “Social Investment Day”. Como mentores de los emprendedores han estado estudiantes seleccionados del "Master in Business Administration"(MBA) de ESADE.  

En la selección de las diez empresas, el Comité ha valorado positivamente aspectos como un tipo de organización transparente y comprometida con el emprendimiento, una repercusión social demostrada en la resolución de problemas sociales, una participación activa en la economía de mercado, unos ratios de riesgos viables y sostenibles en el tiempo,  una destacada capacidad de innovación y liderazgo, y un potencial de escalabilidad, entre otros.

Las empresas seleccionadas son: Catering Solidario, una sociedad que ayuda a la integración laboral de mujeres maltratadas;  DAU, con casi 20 años de experiencia en Cataluña, es la primera empresa de  Integración Social de Minusválidos (CEE) español que obtiene la autorización legal como laboratorio farmacéutico fabricante en España, además de fomentar la autonomía e inclusión social de personas con trastornos mentales graves; Gran Vallès Assistencial surge en 2006 para dar apoyo laboral a mujeres mayores de 50 años con poca formación; Hornos Lamastelle tiene como misión la integración laboral de personas con discapacidad a través de la fabricación y venta de empanadas y productos de repostería en todo el territorio español.

La Tavella, asociación que fomenta la creación de empleo para personas con discapacidad intelectual y personas con trastorno mental severo a través de actividades relacionadas con la agricultura y la ganadería ecológica; Moltacte pretende la integración socio-laboral de personas con trastorno mental severo (TMS), en la industria textil; Naturix se dedica a la producción, transformación y distribución de productos ecológicos de la acuicultura, con una gestión comprometida con la sostenibilidad ambiental.

Roba Amiga, fomenta la inserción laboral de personas con riesgo de exclusión en actividades de recogida de ropa usada y otros residuos textiles; Sostre Cívic nace con la intención de ofrecer una vivienda digna a todos los sectores de la población evitando el sobreendeudamiento de las familias, a través de inmuebles medioambientalmente sostenibles y Teixidors, una cooperativa dedicada a la elaboración de tejidos artesanales, formando a personas con discapacidad en el arte de tejer a mano. 

DÍA A DÍA.

Isabel Llorens, se encarga de los servicios de atención a las personas de DAU, indica que son pocos los clientes que conocen que su actividad la llevan a cabo personas con discapacidad. “No es necesario, somos serios y cumplimos los plazos marcados y el contrato con el cliente como cualquier otra empresa”.

Añade que su objetivo como empresa es “crear negocio", pero también, fundamentalmente, "crear empleo a personas que no están integradas en el ámbito laboral debido a su enfermedad mental".

El 75 por ciento  de la plantilla de DAU son personas con discapacidad. Empezaron en un pequeño almacén, “pero el negocio necesitaba crecer si no queríamos quedarnos estancados, y nos trasladamos a una nave mayor”. Ahora, con la alianza entre ESADE y BBVA y el programa Momentum Project confían en dar el estirón definitivo hacia un crecimiento mayor, poniendo en práctica nuevas estrategias y los conocimientos aprendidos.

El entusiasmo de Jaume Plana, responsable de finanzas y recursos humanos de Moltacte, es desbordante. Está deseando poner en práctica todo aquello que les beneficie para el crecimiento de su empresa, que nació con la intención de ser una cadena de tiendas. “Somos lo más distante a una empresa ordinaria, pero no queremos ser sólo una empresa social”.

“Damos mucha importancia al modelo de negocio”, pero no están aislados, y mantiene que su objetivo es tanto “económico como social”.

Juan Ruiz, otro de los emprendedores sociales, confiesa el valor que le está dando al curso, que le ha servido para darse cuenta de “lo desfasado que estaba y al mismo tiempo hasta qué punto estoy abierto a nuevas iniciativas”.

Para todos ellos resulta un reciclaje fundamental, una experiencia enriquecedora y un reconocimiento al hecho de que el sector social se ha modernizado y tiene que utilizar las estrategias del mercado a su alcance.

Proyectos a los que les ha llegado su momento.

Por Inmaculada Tapia.
EFE REPORTAJES


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